26 de junio de 2012

Material para profundizar y comprender mejor los textos bíblicos


Los jóvenes dentro de la ley judía
Según la enseñanza de los maestros judíos, el padre tiene que rendir cuentas ante Dios por cada pecado que su hijo comete mientras todavía es niño (porque el padre es responsable de su educación).
Pero ahora se le explica al joven: "Ahora conoces la ley de Dios, eres Bar-Mitzwa (la palabra significa "Hijo del mandato" o "Hijo de la ley"). Desde ahora, tú mismo tendrás que rendir cuentas a Dios si tú sobrepasas la ley." Con otras palabras, sucede un cambio de responsabilidad. Un niño es responsable ante su padre, y el padre ante Dios. A partir de los 13 años, el hijo es responsable directamente ante Dios.
Esto es lo que Jesús aclaró cuando dijo: "Me es necesario estar en los negocios de mi Padre." El ya no estaba bajo la responsabilidad de José y María, sino bajo la responsabilidad directa de su Padre celestial. Por eso, ya no necesitaba la aprobación de sus padres terrenales para sus actos.
Ahora, el hijo ya no es niño, sino "joven" o "muchacho".
(El término correspondiente en la Biblia abarca la edad de 13 a 30 años, vea en la Lección 3.1.)

Los judíos, a los 13 años, tienen derecho de ser miembros de la sinagoga y de firmar contratos; prácticamente son considerados mayores de edad.

¿Por qué dice la Biblia en este momento, que Jesús "estaba sujeto" a José y María? Durante toda su niñez, no encontramos esta expresión en ninguna parte.
- La respuesta es sencilla: Un niño no puede escoger si quiere someterse a sus padres o no; no tiene otra opción. Por eso no era necesario mencionarlo mientras Jesús era niño. Pero ahora, al llegar a la adolescencia, Jesús ya no está bajo esta obligación. En este momento, El se decidió voluntariamente a someterse a sus padres terrenales.

Sabemos que Jesús, como Hijo de Dios, no era el hijo verdadero de José. Pero esto no cambia nada en el significado de nuestro pasaje. Jesús, para identificarse completamente con nosotros como humanos, tuvo que pasar por las mismas etapas como cualquier otro muchacho judío, y tuvo que relacionarse con José como si fuera su padre.

En muchas culturas hoy en día no se conoce un paso tan claro de la niñez a la edad adulta; más bien hay algunos años de transición, la adolescencia. Entonces, los cambios que implica la "Bar-Mitzwa" suceden gradualmente, desde los 11 a 12 años hasta los 15 a 18 años de edad. Pero el propósito de Dios sigue el mismo: que en esta etapa el joven se independice de sus padres, y asuma su propia responsabilidad ante Dios.

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