Aplicar las escrituras a la vida. ¿Cómo?
A - Hacemos una y otra vez una lectura pausada del pasaje de la Biblia
seleccionado.
B - Meditamos:
Visualizamos
la escena que ofrece el texto, imaginamos que somos parte activa de la misma,
respiramos olores y escuchamos los sonidos que se nos presentan.
¿Que
personaje elijo dentro del cuadro? ¿O elijo ver la escena como testigo ocular?
Nos
concentramos en el personaje elegido.
¿Cómo me
sentiría si estuviera en ese lugar?
¿Cual sería
mi comportamiento frente a la situación que se presenta?
¿Me
manifestaría de alguna manera?
¿Qué tal si
practicamos?
Vamos al texto bíblico de Lucas 2,41-50
Nos
preguntamos: ¿Qué dice el texto puntualmente?
- Personajes que participan
- Quienes son
- Donde se encuentran
- Por qué están en ese lugar
- Que hacen
- En que situación se encuentran
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